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Hola...!!! Soy Ricardo, o Fabián, o Fabi, o Coti, o CrOsTI... En algún momento nuestras vidas se cruzaron, y me llamaste de alguna de estas formas... Si estás leyendo esto, representás algo para mí. Y algo bueno. De forros e hijos de puta, estoy hasta la frente en mi vida real, así que por acá no los quiero ver. Alguna de las cosas que escribo, las viviste conmigo. Otras, te las habré contado en su momento, o creo que es bueno que las conozcas ahora. Si en algún párrafo no salís bien parado, no es con el objetivo de ofenderte, sino la visión que tenía, tuve o tengo, de determinada situación que compartimos. Esta es mi catarsis, mi espacio de libre albedrío. Mi Blog, mis reglas. Espero que lo puedas disfrutar, y que comentes. Que critiques y sugieras. Que enriquezcas estos relatos con tu visión y/o tu recuerdo. Y si dispara algo dentro tuyo, me voy a sentir mas feliz todavía...

miércoles, 26 de septiembre de 2012

18vo. Relato: MASCOTA QUE ME HICISTE MAL...

Mascotas.
Todos tuvimos, todos tenemos, todos tendremos.
Recién ahora, de grande, me di cuenta que no me banco a los animales... Bahhh... No es que no los banco, pero viviría mejor si no los tuviera...
Quizás, la respuesta del por qué, esté en los siguientes relatos:

EL TERO (Vanellus Chilensis)

En una de las tantas anécdotas de mi dolce far niente de niño, en tierras chivilcoyanas (chivilcochinas), acompañaba a José, sentado al lado suyo, en el guardabarros de las ruedas enormes del tractor, cuando en el medio del campo, frenó, y se bajó corriendo atrás de un pájaro medio raro... Después de batallar un rato, volvió a subir con el trofeo de caza: un tero. Me lo dio para que lo lleve, cuidando de no apretarlo porque lo podía matar, pero tampoco llevarlo muy suelto para que no se escape. Me lo regaló, y el tero abandonó la Pampa húmeda, para convertirse en uno mas de los tantos cancheritos porteños, fijando su domicilio en el pasaje Tierra del Fuego, barrio de Pompeya, la casa de mis abuelos. La cuestión es que al dichoso tero, que gritaba mas que Violencia Rivas, le cortaron la punta de las alas para que no se volara, y le habían hecho una suerte de pista de Cuarto de milla a lo largo del patio, con un largo guardarrail hecho con macetas, y ahí, iba y venía, a los santos pedos y gritando a lo bestia...
Viéndolo con una visión un tanto mas ecológica, fuimos unos reverendos hijos de puta en tener un bicho silvestre corriendo por el patio de una casa...!!!
Bueno, volvamos...
El tema es que yo lo quería mucho, pero un día me anotician que "el tero se voló..."
Por supuesto, escándalo y berrinche de mi parte, y la explicación que "la abuela se olvidó de cortarle las alas, y se fue..."
Desde ese exacto día, mi abuela pasó a ser una persona odiada por mí... 
Posta...
Le agarré un odio formidable, que no se me fue ni cuando se murió...

Años después, (De hoy, hará 4 o 5 mas o menos...) Me vengo a enterar que aquel "el tero se voló...", fue un eufemismo usado para enmascarar lo real, que era "el tero se murió..."   
Hete aquí, que para evitarme el disgusto de enfrentarme, de chico, a la huesuda visitando algo querido por mí, prefirieron la mentira piadosa, y esto desembocó en una alteración de la relación abuela/nieto con la vieja Matilda, que no logró destrabarse jamás...
Desde estas líneas, a la eternidad, Doña Matilde, mis tardías disculpas...!!!

TORTUGA TERRESTRE PATAGONICA (Chilonidis Donosobarrosi)

Ya superado el "Tero affaire", y bastante mas crecidito, con el pelo reglamentario en cada rincón donde se supone todo un hombrecito debe tener, otro incidente animal, de similares características... Un simpático quelonio, de nombre "Manuelita" (Hay que ser boludo con ganas de pertenecer al 100% de propietarios de tortugas que no se les ocurre otro nombre que ese...!!!)
Un día, madre me informa que (sic) "Unos tipos que estaban arreglendo el toldo del local de planta baja, se ve que les gustó la tortuga, porque se la robaron del balcón" 
Una pelotudez que nadie, en su sano juicio, podría creer... Claro, excepto yo... Que me vine a enterar, de su deceso, exactamente el mismo día que me dijeron lo del tero, y solo por atar cabos...!!! 
Pero eso no es todo...!!!
La mencionada Manuelita, que yo había comprado de chiquita en la veterinaria "Paúl", en la otra cuadra de casa, creció rapidamente, y de un día para el otro, era una señora tortuga... "la lechuga y la manzana las hacen crecer muy rápido", me dijeron... Claro... Tanto que no parecía la misma... Como que, definitivamente, no lo era...!!!
La "Manuelita oriyinal", fue alegremente mordisqueada por Cush, nuestra perra caniche, y de tan ofendida, o molesta, por haber sido confundida con una especie de sandwich raro, decidió que era un buen momento para morirse... (Hay algunos que no se bancan ni una jodita, no...?)
Operativo familiar rastrillo por todas las veterinarias de Lanús, Escalada, Banfield, vía Temperley hasta Glew parando en todas, para tratar de encontrar otra que se le pareciera un poco, y así volver a engañar al naboletti que les cuenta esto...
A esta altura, temo seguir preguntando por mas mascotas de mi infancia, porque ya estoy empezando a creer que mis padres fueron Robledo Puch y el Petiso Orejudo...!!!

Hay mas, por supuesto...
Las tribulaciones, lamentos y ocaso de una simpática culebra, bautizada "Pocha", (de caluroso final...), la fallida estadía de una bonita salamanquesa del tamaño de una falange, (última mascotita de corto paso, pero recuerdo imborrable...), los ambos 2 cardenales: Bergoglio (A.K.A.) "Bergo" y su pareja (A.K.A.) "Verga" (Esta última, realmente se voló...), los elegidos del chef, Tito y Lokis, los siameses, y los muchos perros que me metieron de prepo, (a pesar de no querer mas animales en casa), algunos de ellos con trucos y ardides francamente poco serios...
Todo esto, lo dejo para otro relato...
Nos estamos leyendo...

viernes, 21 de septiembre de 2012

17mo. Relato: ¿Seré Judío?

En una familia donde predominan los "moroquios", me tocó nacer rubito, tirando a blanco teta, y sumado, quizás, a cierto formato de nariz, hizo que alguna gente que no me conocía, en algún momento de duda,  haya llegado a suponer que pertenezco a la "cole"
Como botón de muestra, puede comentarles, que algunos amigos y colegas de mi viejo, cuando se referían a mí, me llamaban "el rusito".
En otra ocasión, fue solicitado, por mi hermana Claudia, mi servicio de portador de rostro de aspecto simil-mishiguene, para lograr que el Instituto O.R.T., (Tan amplios ellos para recibir alumnos no-judíos...), ingrese como alumna regular, a mi sobrina Carlucha, de apellido sospechosa y sonoramente itálico... Hacer "el mudito" al lado de my sister, mientras ella convencía a las autoridades del colegio, y poner cara de Jacobo, fue uno de mis papeles mas logrados (Salvo para los burócratas de la Academia de Hollywood, que siempre premian a los mismos... Garcas...!!!)
Otro punto alto de confusión, lo aportó un nuevo vecino del departamento de Díaz Vélez, que un día me saludó de manera un poco mas enfática de lo habitual, hecho que, con la caballerosidad que me caracteriza, fue correspondido, sin detenerme a pensar en cual sería el motivo de ese énfasis...
Al poco tiempo, suena el timbre, abro la puerta, y el mismo vecino, esta vez para darme sus condolencias por el atentado a la Embajada de Israel. Confundido muy, agradecí, tratando de darme tiempo y ánimo para preguntarle por qué a mí... Una vez que logré superar el temor a quedar como una escoria de la sociedad, ya que el hecho era tremendamente conmovedor para todos los argentinos, pero no entendía la personalización del saludo, hasta que luego de su pregunta "¿Ah, como... Vos no sos judío...?", caí en cuenta del detalle...   
Por último, no puedo dejar de comentarles, de la vez que fui invitado al Bar Mitzvah (espero que se escriba así...), de mi amigo Marcelo. Para ese tipo de eventos que potenciaban a niveles fuera de toda escala mi timidez infanto-juvenil, recurrí a mi hermana Patricia  Claudia, que me hizo la gamba para ir esa tarde hasta la sinagoga. Si a pesar de mis ambas dos comuniones, mi confirmación, mi casamiento, el bautismo de uno de mis tres hijos, y un par de años en colegio religioso, no cazo un fulbo de todo el ritual católico, se podrán imaginar el panorama ante esta ceremonia... Por lo pronto, llegamos con Patricia  Claudia, y nos encara un tipo,que me preguntaba algo que no le entendíamos, hasta que llegamos al punto:
"¿Tinís gorito?"
"Ehhhmmm... No, no..."
"Insiguida traigo..."
Se metió en el templo, y salió al toque con un gorrito hecho en papel creppe color gris, me lo calzó en la mollera, y dimos respetuosas gracias a dúo, y tratamos de entrar...
"Nooo, noo...!!!", y en dos zancadas se interpuso entre nosotros y la puerta...
"Tinís qui pagar...!"
Pensamos que el gorrito era cortesía, pero nones...!!!
Pagamos, y esta vez antes que pudiéramos dar ni medio paso, le dijo a Patricia  Claudia que las mujeres iban a la planta alta, y  los hombres a la planta baja...
Cada cual a su puerta, y... Me sentí como el Dr. House sin su bastoncito...
¿Y ahoraaaa... De qué me disfrazoooo...???
Entré como Kung Fú pisando brasas... No entendía un pomo... Como en un ring, en el centro, estaba Marcelo con el rabino, leyendo cosas inentendibles, y en los asientos, la gente estaba como en otra. Por suerte, ubiqué a otros chicos de la escuela, que estaban tan perdidos como yo, y ahí ya empezamos con el boludeo típico de chicos, y dejé de registrar todo lo que hasta hacía 5 minutos me había resultado tan extraño...
Pero eso si..., luciendo ahora un coqueto casquito en papel creppe...

NOTA: El owner de este blog, presionado por su hermana, realizó una edición sobre el texto original... (Ya está... Ahora liberá a mi conejo Pepito...!!!)
   

domingo, 16 de septiembre de 2012

16to. Relato: SE BAJO DEL POTRO...!!!

De tenis, obviamente, vamos a hablar en este relato...
 
O de los comportamientos, francamente inaceptables, de quien escribe estas líneas, cada vez que incursionó en el blanco deporte de Fred Perry, René Lacoste, y Diportto (Ah, no... Este no fue tenista, fue remera solamente...)
 
Mi primer recuerdo con "mi palito de tenís" (exacta definición de Homero Simpson, sobre la raqueta), se remonta a aquellas épocas que éramos una familia francamente burguesa, y estábamos asociados al conchetísimo club Harrod's, y mis ambas dos hermanas, iban vestiditas de blanco inmaculetti, a abanicar las pelotitas blancas que les pasaban a dos metros, en las enormes canchas...



Yo, como era el menor, por suerte zafaba de las delirantes ínfulas por el estilo, y solo iba al buffet a matar mis penas, acodado a la barra, con mi Cindor amiga, algún que otro pancho, y seguramente, refrescantes helados...
Cuando retornábamos a casa, después de esas agotadoras jornadas de club, las raquetas pasaban a hacer de guitarra en mis manos, parodiando a vaya uno a saber quien...
 
Un tanto mas grandecito y boludón, cuando éramos novios con Claudia, nos hicimos socios de tenis de Lanús (Ya dejamos de tirar nivel... Empezamos a tirar mijo por las costuras...) y los domingos a la mañana íbamos a pegarle desangelados viandazos a los frontones, y aprendimos a gritar, muy "caretamente" el código secreto "gracias ball", para que nos devuelvan las pelotitas que tan caprichosamente iban a parar a las canchas vecinas, donde otros entusiastas proto-deportistas como nosotros, disputaban fervorosos matches, creyéndose Jaites o De La Peñas, héroes de ese momento...
Ahí, en Lanús, ocurrió un hecho bochornoso, que de pura casualidad, quedó en la intimidad, y solo va a trascender en este relato:
Para poder jugar en las canchas (unas 8 o 9, mas o menos), había que pasar por la casilla y anotarse en la que estuviera libre. Los turnos, eran de media hora por cancha, y cuando terminabas de jugar, tenías que salir de la cancha, pasar de vuelta por la casilla, volver a anotarte en otra cancha vacía, que podía ser en ese momento, o podías llegar a perder media hora porque estaban todas ocupadas... Era medio embolante jugar media hora y cortar, pero no te permitían anotarte en mas de una... Un día, pispeo la planilla, y veo que hay un socio, un tal Sr. Riego, que se había anotado en todas las canchas, sin respetar eso de anotarse en una sola, e iba a jugar, por ejemplo, a las 9 en la cancha 1, 9 y media en la cancha 2, a las 10 en la cancha 3, 10 y media en la cancha 4, y sucesivamente, hecho que me puso de los pelos, y cuando estaba a punto de empezar a armar quilombo, sutilmente Claudia me dijo: ¡Pelotudo...! "Riego" no es un socio... En la planilla anotaron el horario en que riegan las canchas...!!!
Plop...!!!
 
El tenis, como habrán visto, no es para mí...
 
Años mas tarde, lo comprobé definitivamente, cuando la empresa para la cual trabajaba, decidió hacer un evento deportivo para agasajar a clientes, proveedores y personal, para lo cual se alquiló el club Huracán de San Justo todo un domingo. Después de la experiencia "Lanús", hacía años que no agarraba una raqueta, y la mía, se la había prestado a Patricia, así que se la pedí y alegremente encaré el desafío. Cuando llegué, me informaron quien iba a ser mi compañero de dobles...
Se los voy a describir de la forma mas piadosa posible...
 
 
Un señor mayor, con un quincho estilo Mariano Mores, color naranjizo, que ni bien nos presentaron, me llevó a pelotear, mientras me hablaba de estrategias de juego (?), preguntándome si mi fuerte era el saque o la volea, y otras cosas similares... Comprendí, rápidamente, que ese empresario del calzado deportivo, tenía serias, muy serias intenciones de alzarse con la copita de plástico dorado, mientras que mis mayores expectativas, eran ligar un trozo bien a punto de vacío, y que el chimichurri no estuviera muy fuerte...
 
Perdimos el primer partido, y el tipo ya no me hablaba...
El segundo lo ganamos de una manera muy cómica (al menos para mí...), ya que fue con una volea errada por este escriba... En vez de golpear con el encordado, la pelotita me pegó (Si... Leyeron bien... puse "la pelotita me pegó...") en la parte baja del marco, hizo una parábola de mierda, pegó en el fleje y cayó muerta del lado contrario... Por supuesto, que acompañando a un ganchito en puño hacia arriba, un grito animal surgió desde el fondo de mi garganta: "vamossss...!!!"
A esta altura, el tipo estaba rojo de la indignación...
Los rivales derrotados, colegas de él, pero mas jóvenes, se cagaban de risa y me gastaban por mi tiro ganador... 
Después de entrarle a un choripán, y antes de afrontar la siguiente ronda, viene uno de los socios, el organizador, y sin poder contener la risa me pregunta "¿Qué pasó? Me pidió que le cambie el compañero..."  Le conté, y me dice en joda: "Che, no espantes los clientes...!!!"
¡El tipo había ido con la unica intención de ganar un campeonatito pedorro de chapuceros, como éramos la mayoría, y no estaba dispuesto a perderlo... INCREIBLE...!!! 
Bueno, me pusieron como pareja de otro jodón como yo, nos cagamos de risa, perdimos, por supuesto, el siguiente partido (y nos chupó un huevo...), comimos, bebimos, nos morimos al sol y al día siguiente a laburar...
Mi primer compañero de dobles, me odió por mucho tiempo, y no es joda...!!!
Creo que desde ese día, empecé a odiar este deporte...
Mas que odiar al tenis, empecé a odiar a los gansos que copian todos los tics, caprichos, imbecilidades, de los Top Ten, y se creen seres superiores por practicarlo... (Volviendo al título del relato, ni me quiero imaginar la cantidad de bajas por lesión en la muñeca que va a haber esta semana en los torneos internos de los clubes o countries...!!!)
 
Hasta la próxima
 
 

jueves, 6 de septiembre de 2012

15to. Relato - EL REY DE LAS CALLES

Pasan los años, pasan los jugadores, el patriarca siempre está...
Temporadas gordo, temporadas flaco, con barba, sin ella, pelo largo, loco lópez, morocho, canoso...
¿Recuerdos...?
Veamos... Hoy nos toca el Rubro Automotores...

Uno fue formando el carácter, tomando como ejemplo de vida a alguien que en los acostumbrados embotellamientos, cada vez que volvíamos de Chivilcoy los domingos a la noche, se bajaba del auto, y como un Pavarotti criollo, acompañado por sus palmas, arremetía a los gritos, con el hit: "Todos los boludos, son unos boludos... Salen los Domingos a pasear...!!!", en medio de la 2da. Rivadavia (Todavía el Acceso Oeste no existía), generando en madre, hermanas y quien suscribe, un desplazamiento hacia la zona mas baja de los asientos, tratando de convertirnos en seres invisibles, porque nos daba una pizca de vergonha, digamos, ya que esos embotellamientos podían durar varios minutos, y de los autos vecinos, definitivamente, nos miraban...
Eso cuando estaba de buen ánimo...
Jamás en mi vida, vi a un tipo bajarse tantas veces de un auto a intercambiar amenazas y dos o tres bifes, si así lo ameritaba, ante el ocasional conductor que tan desaprensivamente nos encerrara, u osara pasarnos cometiendo una infracción...
Y... Tanto va el cántaro a la fuente, que al final se rompe...

Su jornada automovilística callejera mas gloriosa, su punto cúlmine, tuvo lugar cuando ya mas sosegado por el paso de los años, y desconociendo el motivo, de acuerdo a su relato, se encontró con otro "caballero del camino", de kilates semejantes, pero motociclista, quien por varias cuadras, con ambos rodados en movimiento, le zapateó las puertas del auto, hasta que decidió entrar a una estación de servicio buscando refugio, tregua efímera que le permitió destrabar el matafuegos, y enfrentar al agresor, con el botellón rojo, hasta que la cosa terminó, deportivamente hablando, en tablas...
No recuerdo, si la refriega fue relatada al llegar a casa, o piadosamente ocultada. Lo cierto, es que a los dos o tres días, suena el teléfono, y mi tía Muñe y mi primo Pelu, muy exaltados, nos avisan que "César salió en el Clarín...!!!".
No... no era una nota sobre la Cámara del Calzado... No... Tampoco opinando en una encuesta... Mucho menos, gritando un gol de Independiente, en la cancha... 
El señorito, salió de la siguiente manera:

En fin... Todos sabemos que Clarín Miente, pero acá no hay Cúneo Libarona que lo haga zafar...!!!


Otra ocasión memorable, también con el auto, ocurrió en la Perito Moreno, cerca del (De pie...) Estadio Nuevo Gasómetro Pedro Bidegain, del Club Atlético San Lorenzo de Almagro (Ya pueden sentarse...), cuando parado en un semáforo, fue embestido de atrás por un camión, y terminó volcado como a 100 metros, de la mano de enfrente... Faltaba una semana para el cumple de 15 de mi hermana Claudia, y él, en vez de ir a hacerse atender, siguió encargándose de organizar el evento. Al día siguiente del mismo, con un "poco" de dolor corporal, fue al médico, quien le hizo saber que tenía varias vértebras hechas flecos, creo que alguna costilla también, y le enyesó, estilo momia todo el torso, le puso un cuello ortopédico, y por dos meses o mas, hubo que alquilar una cama de hospital, para su recuperación, que incluyó un corset metálico, que reemplazó al yeso, y se acabó nuestro motivo de gaste, que era verle el agujero que le habían dejado a la altura de la panza, para que tuviera algo de movimiento...

No los voy a aburrir con nimiedades como cuando compró el Taunus, que venía con un stereo "modernoso" para la época, que reproducía los cassettes en loop, evitando tener que sacarlo para escucharlo del lado "B", y por no saber usarlo, todas las mañanas de casi un año, iba a trabajar escuchando a Los Abuelos de la Nada, y volvía a la noche escuchando el mismo cassette, hasta el hartazgo... Finalmente, un día tomó coraje y me encaró para saber cuando mierda terminaba ese cassette, y se autoexpulsaba, como el stereo anterior...
Tampoco voy a contarles cuando, en sus épocas de hiper religiosidad, iba rezando el Rosario mientras manejaba... Verlo pasar los semáforos en rojo, con cara de paspado, mientras movía incesantemente los labios, garpaba con creces, y me hacía mas llevadero el peligro que su estado de semi-inconsciencia celestial, me causaba...
Bueno... Por hoy paro... No porque se me hayan agotado las anécdotas... Nada que ver... Pasa que me agarra buenito...
Y en realidad, todo esto era una burda excusa, para gritarle...

MUY FELIZ CUMPLE, VIEJITO...!!!    

sábado, 18 de agosto de 2012

14to. Relato: DE CAÑOS CAPITULO I ¿DOS ROBOS EN UNO...? ANDAAA...!

Este relato, como reza el título, trata de la tan mentada "inseguridad", en este caso, vivida en primera persona.  Mas que un relato, podría ser considerado una alcahuetería, hecho que me tiene sin cuidado... Los sucesos son de hace mas de 15 años, y no se si prescribió...
Ocurrió  en una empresa donde trabajé un tiempo, y que no pienso nombrar, y muestra el comportamiento cuasi mafioso de su titular, un curioso caballero de provincias, que tenía la costumbre de hacerse el porteño en sus pagos, y el provinciano en la Capital. (Claro que para quienes compartíamos su presencia, de un lado u el otro, caía igual de repugnante y soberbio...)
Bueno, vamos a los bifes... Se acercaba el mediodía, el bagre picaba, y tomé la decisión de ir a comprar mi almuerzo. En el momento que regresaba, justo pasó por la puerta un 128 color champagne (o "shampein", como le dicen ahora por la trola sin cerebro...), de esos que tanto me gustaban, con 2 tipos, que miraron hacia donde estaba. Una vez que entré, dejé las cosas en la heladera, y fui hacia el escritorio. Sigo con mis tareas, y unos minutos después, se escucha una balacera que viene del local de ventas, que estaba al fondo. El dueño, que estaba reunido con uno de sus socios y la secretaria, dijo, muy calmo: "esos fueron tiros". Acto seguido, por el largo pasillo con piso de madera, se sienten pisadas apuradas acercándose, quedando solitos mi alma y yo, de frente al par de cacos con sus pistolas apuntándome, y exigiendo que les abra la puerta. Temblando como una gelatina me acerqué a la puerta e intenté abrirla, sin éxito, y mientra era puteado y golpeado con el dorso de la mano que tenía el chumbo por uno de ellos, modo sutil de ordenarme que vaya a buscar las llaves, que a todo esto, no tenía puta idea de donde estaban. Con un hilito de voz, preguntaba (a quienes no me querían escuchar, y mucho menos, responder) "¿Dónde están las llaves...?". Por suerte, el otro logró abrir la puerta, le dio la orden de irse al que me amenazaba, y este me hizo arrodillar en una esquina, como en penitencia, mientras, apuntándome al marote de refilón, amablemente me decía "Mirá la pared porque te quemo...!"
Pasados uno o dos minutos, calculo, sale de su oficina, el socio del dueño, gateando, cierra la puerta y me dice "Ya pasó todo". Me levanto, recaliente con todos, con el bobo latiendo a 1000 por hora, y después de las preguntas y respuestas boludas de rigor, nos percatamos que desde atrás, no llegaba ningún tipo de sonido... "¿Qué habrá pasado?" Los cuatro, juntitos como un atado de espárragos, casi en puntitas de pie, fuimos para el fondo, con el temor de encontrarnos a tres tipos despanzurrados, al estilo "Kill Bill". Abrimos la puerta y vimos al encargado del salón sentado en su escritorio, y a un corredor sentado contra una mampara, ambos pálidos y con la elasticidad del mármol en sus cuerpos... Al escuchar nuestras voces, de la zona de los baños, apareció el policía que, como adicional a su trabajo, custodiaba el local.
Una vez que se constató que todos estábamos con un cagazo marca cañón, pero vivos y sanos, comenzó la reconstrucción del hecho, entre los que participamos...
El custodio, que estaba en la puerta del salón, y abría a los visitantes, dejó pasar a estos dos tipos, vestidos de traje, con maletines, que no coincidía demasiado con la vestimenta, mas informal de los habituales compradores, así que después que entraron, cerró con llave y se fue a colocar detrás de la mampara donde encontramos al corredor. Sus sospechas fueron acertadas, ni bien llegaron al mostrador donde los iba a atender el encargado, abrieron los maletines y sacaron sus 9 mm. En ese momento, uno de los chorros le dice al otro "andá a buscar al portero". Cuando va para la puerta, no ve a nadie, entonces lo empiezan a buscar y cuando se meten el baño, empiezan a cagarse a tiros... Los chorros tratan de escaparse, y cuando llegan a la puerta, la encuentran cerrada con llave... Vuelven disparando al salón, y después encaran para las oficinas... A partir de ahí, ya les conté lo que pasó.
Mas tarde, llegó la policía científica, levantaron tres casquillos, midieron, felicitaron a su compañero por el valor, tomaron todos nuestros datos, y a esperar ser citados para declarar...
El corredor, que era un tipo mayor, seguía inmóvil en su silla. A escasos 10 centímetros de él, había un agujero de bala...
En el baño donde se parapetó nuestro héroe, que era individual, de 1 x 1 metro, había azulejos y una baldosa rotas, y un agujero de bala, que daba exactamente en el centro de la cabeza de cualquiera que se encontrara adentro... Lo curioso fue que dentro del baño, encontraron solo un casquillo...
Esa tarde, de puro aburrido, como pasa siempre que un hombre mea parado, estaba mirando el agujero del disparo, pensando "Como zafó... lo pudieron haber hecho bosta...!", se me ocurre "pispear" desde el baño para afuera, y el agujero, que era inclinado hacia abajo, coincidía justo con el agujero del tiro en la mampara, al lado del corredor...
Lo llamé al encargado, lo hice mirar, y llegamos a la misma conclusión: En el baño, el único que había disparado era el poli... El casquillo de la bala que atravesó la puerta del baño, y la mampara, lo encontraron entre la mercadería, al fondo (había raspado el piso). Y el casquillo que encontraron dentro del baño, rebotó en dos azulejos y en el piso (no se mató solo, de pedo...) Los chorros solo habían disparado en la zona de la entrada, cuando encontraron la puerta del salón cerrada...
Al día siguiente, viene el dueño y me pide "Dame tu versión sobre lo que vas a declarar". Me hizo mandibulear media hora contando mi visión, pero en realidad, le importaba medio carajo mi relato. Cuando terminé, me dijo (sic) "Y ahí fuiste a tu escritorio y descubriste que se habían llevado el sobre con los 5.000 dólares..."
¿Lo quéééééé...???, dije al tiempo que hacía Plop!, como en las tiras que leía de chico...
"Si, el sobre con los 5.000 dólares", me repite...
"Yo jamás tuve un sobre de 5.000 dólares en mi escritorio...!", dije...
"Ya se, es lo que le voy a decir a uno de mis socios, al que le tenía que enviar ese dinero... Aprovecho lo del robo, y le digo que nos robaron el sobre preparado para él..."
"Ah... si, pero en la Policía yo voy a declarar lo que ví...!", sostuve...
"Mirá, en realidad, la declaración policial es un formalismo, no pasa nada... y a mi me sirve que declares eso...", trató de convencerme...
"Voy a declarar lo que vi..." Cerré, tajante...
En fin... Podrán notar que siempre tuve joyitas como empleadores...
Después vengan a preguntarme ¿por qué fuiste tan inconstante en tus trabajos?
En el próximo relato, otra de caños, y mandamases macanudos...

Nos vemos       

domingo, 29 de julio de 2012

13er. Relato: PEPE ROMPEEEE...!!!

Historias de roturas, daños, destrozos, o como se les quiera denominar. Cosa común en nuestra infancia, y que vamos a deschavar en este nuevo relato.
Vamos a comenzar, mandando en cana a Patricia, la atleta familiar, especialista en salto en alto, largo, ancho y profundo, tal como pudimos dar fe, en el departamento de la calle Fournier, cuando como una especie de Cachito Vigil menos lloroso, intentaba darnos los tips necesarios para saltar gracilmente desde su cama a la de Claudia, separadas ambas dos, por un abismo de escaso metro y medio, luego de bajarnos el pulgar, tanto a Claudia como a mí, por saltar sin el estilo adecuado... "Se salta así, miren...", fueron sus palabras que quedaran flotando en nuestras memorias por siempre, y que fueron el preámbulo del salto campeón, el de la presea dorada, el del sueño olímpico. En resumen, el salto que terminó con la cama hecha moco, maderas quebradas, elástico en el piso, estruendo ensordecedor... Todavía recuerdo el encule de Don César, y su amenaza de buscar un colegio pupilo para meterla como castigo... Por fortuna para ella, a la semana, al vejete se le pasó la calentura, y todo volvió a la normalidad... Años después, la "alegre bengalí" pudo saciar sus ganas de saltar en un ámbito mas adecuado, en el club Talleres de Escalada, donde comprobó que como deportista, sería una excelente contadora...

Otro episodio con estropicio, protagonizado por la misma intérprete, ocurrió en un cumpleaños de quien suscribe. Eran épocas escolares de repartir tarjetitas invitando en el colegio, cosa bastante boluda e impráctica, si al final terminabas invitando a todo el grado (bastaba con decirles "te invito a mi cumple"), pero que a mí me generaba un embole feroz, odiaba dichas tarjetitas... Para colmo, tenía que invitar a Marcelo, mi amigo del edificio, con el que jugábamos a la pelota diariamente, y que para invitarlo, solo tenía que subir en el ascensor 7 pisos. Confieso que estaba en un día extremadamente pelotudo, porque se acercaba la hora del cumple, y yo no subía... Tomando cartas en el asunto, Patricia me intima a subir, de buena manera, luego gritándome un poco, cagandome a puteadas al rato, hasta que desembocó en un certero collarazo de perro, revoleado a un ancho de mesa de distancia, que fuera agilmente esquivado por mí, logrando que el collar, con una hebilla y unas tachas dos números mas grandes que lo recomendado para un caniche (no toy) chico, como era Cush, fuera a dar de lleno contra un ventanal de 2 x 2 mts., que se hizo percha... No recuerdo la reacción paterna, pero creo que no zafamos de una merecida cagadura a pedos compartida, aunque si, seguro de algún tipo de castigo... Por cierto, no pienso abundar en otro tipo de daños generados por el pedorro pulso temblequeante de mi hermana mayor (el hit "pulso, pulso, que me tiembla el pulso" con el que la gastaba, imitando a Sandro y su "rosa, rosa", estuvo varios años en el Top 40 familiar...), así que le damos un poco de descanso, y pasamos a ocuparnos de mí...

Si leyeron con atención otros relatos de este blog, sabrán que de peque, mi caracter era bastante chispita, por no decir que era un calentón de mierda, y que se me volaban los canarios cada 2 x 3... Bien, entonces les cuento que en una época acotada en 25 o 30 días, hubo un cierto artefacto que paso a ser algo que no podía evitar romper...
Playa, La Lucila del Mar, arena moooy caliente, cosas que cargar... 
Padre y su alero que para armarlo, necesitaba el mismo tiempo y los mismos recursos que emplea su tocayo de apellido Pelli para construir torres, reposeras, heladerita, canasto de mimbre reglamentario (De 2 puertas), lonas, diarios y revistas, gorritos, bronceadores, dados para jugar a la generala, cartas, paletas, y el equipo de mate con 2 termos... Demasiados instrumentos para muy pocos intérpretes. Entonces "yo llevo esto, vos llevá aquello", la división internacional de trabajo, me hizo acreedor de varios ítems, con los que no estaba de acuerdo, y sumado a la arena quemandome las patitas, pretendí negociar menos carga, recibiendo un coro de "dejate de joder y lleva eso", que generó mi ira, que solo se sació cuando con un balanceo muy equilibrado hacia atrás primero, y adelante, aprovechando el envión, después, despedí con fuerza y puntería, el equipo de mate con ambos termos (uno lleno de café, el otro de agua), al mismísimo carajo... 
Creo que dejé de correr, cuando llegué al muelle de Mar de Ajó, y ya no se veía la horda familiar tratando de lincharme... En mi defensa, voy a decir, que los otros 3 o 4 termos que rompí en esos días, fueron solo de puro torpe, sin intención alguna...

Otro punto alto de mis roturas, se produjo en el Gasómetro de Lanús, o sea, en el patio del departamento, donde jugaba, a veces con el Marcelo citado anteriormente, y otras solo, gambeteando defensores imaginarios y batiendo vallas rivales a puro talento y definiciones certeras, al hueco que quedaba entre la pared y el ventanal de la pieza de mis hermanas (Ventanal mellizo, en dimensiones, al del collarazo). En esta ocasión, se ve que los rivales estaban jugando un poco áspero (fútbol rústico, empleado para detener mi calidad excepcional...), y cuando estaba por definir, con el arco desguarnecido, y la tribuna dejando escapar el grito ahogado de gol, un foul descalificador... Ehhh... Bueno... Vamos a decir la verdad... cuando estaba por patear, pisé la pelota, cayéndome de culo, y con el envión, pasé a través del ventanal, aterrizando contra la cama de mi hermana... 
Me miré el brazo derecho, y de algún lado impreciso, me salía bruta cantidad de sangre... 
Con la ayuda de un vecino, me llevaron a una clínica donde me dieron 5 puntos en el antebrazo, y con ese episodio, se clausuró definitivamente ese templo del fútbol, donde brillara tan imaginariamente...

Como Bonus Track, la última historia. 
En mi pieza tenía un equipo de música, donde escuchaba discos de vinilo. A Claudia, su novio le había regalado un disco de la brasileña Simone. En vez de escucharlo en el equipo "familiar", fue al de mi pieza. Como la pieza era, además de chica, un auténtico quilombo, sacó el disco mío que estaba puesto en el plato, y lo dejó en el piso. Cuando volví y fui a poner mi disco, casi me muero... Varios surcos desparejos atravesaban el disco, de lado a lado... Encima era un disco doble... Mi disco favorito... "Queen Live Killers". La tortuga habrá pensado que era una alfombra, y le pasó por arriba... De calentura, agarré su disco de Simone, y se lo rayé con una saña digna de un capítulo de "Mujeres asesinas" (Porque fue una reacción bien minitah...) 
Vaya uno a saber porque (seguro cagazo a una represalia tipo "Operación Tormenta del Desierto", minutos después de cometer "el crimen", me fui hasta la disquería y le compré el mismo disco...
Hace unas semanas, Carlinhia, pa' los que no la conocen, mi sobrina, descubrió "Uhhh... que loco... 2 discos iguales de Simone...!", en los estantes de la casa de sus abuelos...
La mentira tiene patas cortas...

Si llegaron hasta acá, pueden escuchar tranqui las cadenas nacionales sin mosquearse... No le den bola a Caparrós...
Hasta el próximo relato  

jueves, 26 de julio de 2012

12do. Relato: LOCAS VACACIONES - Tomo 1


Vacaciones. Palabra mágica y un tanto (muy) esquiva últimamente... Pero, a pesar de esperarlas con ansiedad, cada vez que salimos, se convierten todas y cada una de ellas, en una suerte de Camel Trophy, digno de olvidar, o de recordar con ganas de cortarse las venas con un fideo cabello de ángel...
En este relato, vamos a recordar un descanso anual, que tuvo la particularidad de ser, para los que me rodeaban, un suplicio, y que generó una muy mala fama que me acompañó un tiempo mas que prudencial, y que pude revertir a fuerza de bondad, carisma, y una poca de amenazas de muerte a quienes me  calumniaban.
Antes de partir, fiel a los consejos de Don César, llevé la Ferrari Testarrossa (bueh... el mono, el querido y añorado 128ito) a un mecánico "de confianza", quien me recomendó, con la voz impostada y mirada hacia el horizonte, como estatua de prócer, "Mándalo a limpiar el radiador, y salí tranqui a la ruta, que lo revisé todo y está como para correr un rally"
Como se podrán imaginar, antes de llegar a Dolores, ya estaba tirado en la banquina, con el motor echando humito...
De arrancarlo a cada rato, me quedé sin batería ("Está Ok", me dijo el muy sucio). Hasta que llegamos a un  electricista, tuve que empujarlo un montón de veces... Tenía puestas unas franciscanas muy "surfers" que solo sirvieron para que, haciendo fuerza para empujarlo con 2 ruedas en el pasto y dos en la banquina,  los pies se me hagan percha con el asfalto caliente...
Resumiendo... Llegamos a Mar del Plata en 10 horas, previo paso por 2 mecánicos de Dolores y Chascomús, que me aconsejaron ponerle agua cada 10 kms., y llevarlo lo mas lento posible. El tutú quedó los 15 días en el A.C.A., donde mandaron a cepillar la tapa de cilindros, le cambiaron la junta, y de yapa, a mi me partieron el culo en 8, con el costo del arreglo...
Una vez en el depto, no podía ni caminar de como tenía llagados los pies. Estuve como 4 días adentro, viendo canal 8 y canal 10... No tenía un arma cerca, y el balcón tenía reja, sino me mandaba la gran Olmedo...
Una vez recuperado, ya las vacaciones eran la dicha en movimiento...
Fuimos a la playa, por primera vez con staff completo... Disfrutando el día... Viendo como volaban en parapente... y bajando por las escaleras de piedra, Claudia pisa para el orto, y se quiebra el tobillo...
Creo que si llegaba a pasar una vaca volando, me cagaba en la mollera...
Bueno, Justo en esos días, y por "casualidad muy casual", San Lorenzo jugaba en el torneo de verano contra Racing. Llamé por celu a mis amigos cuervos, que habían viajado "casualmente" también en esa fecha, y me pasaron la dirección del edificio donde paraban. Los fui a saludar, y muy apenado, les conté de mis pesares pisteros, ruteros y/o ranas. El esperado consuelo, y las voces de aliento que esperaba, tomaron forma de chanzas, jodas, cagadas de risa desembozadas, y muy timidamente, a alguno se le cayó un "mufetti", de la boca... Finalizada mi visita, quedamos en vernos al día siguiente para visitar a un amigo cuervo marplatense, Mariano, y me acompañaron hasta la calle, donde me despidieron alegremente.
A la mañana siguiente, cuando llegué al encuentro, imagen repetida en cada uno que me cruzaba: dedo extendido señalando, risas, y calificativos de "mufa", "secaplantas", "piedra", "Carlos Saúl", etc...
Los mas amables, se dignaron a explicarme, con un par de dedos tipo pinza sosteniendo algo a la izquierda de sus entrepiernas, que cuando me estaba yendo, el Dolape Jorge, como el ascensor estaba lleno, subía por la escalera, alguien le habló desde abajo, se asomó, y cuando volvió a encarar la subida, le pegó manso frentazo al borde de la escalera, haciéndose un bonito tajo... Luego, al entrar en el depto, se les tapó el inodoro, quedando fuera de combate, y para completar, uno de los pibes, se enfermó...
Todo culpa mía, difamaron a coro...
Fuimos a almorzar, sin novedad, y a la noche, al estadio...
Perdimos 4 a 0... ¿Fueron unos perros? Para nada...!!!. La explicación racional que encontraron, fue que yo estuve en la cancha... Encima, cuando salíamos del estacionamiento, Mariano, que me llevaba en su auto, chocó contra un árbol... (Trágame tierra...!!!)
A esta altura, mas que hacerme jodas, ya estaban empezando a considerar, seriamente, cruzar de vereda en cuanto me vieran... Yo, con la objetividad puesta, y con pruebas en la maleta, trataba de hacerlos entrar en razón, de la inexistencia de "ondas negativas", o "espíritus oscuros", sin éxito alguno... Explicarles que Mariano era un pésimo conductor, que yo antes había viajado en el auto de Claudia (Cuerverdinegra), y que terminamos ilesos, o que los 4 goles habían sido en off-side, o los nuestros se habían vendido al oro del Perú, pero nada dio resultado...
A partir de ese momento, dejaron de llamarme por mi apodo, y cuando lo escribían en sms o mails, pasé de ser "Coti" a ser "Ce.O.Te.I."
Manga de hijos de puta, mala gente, envidiosa...!!!
En fin... Los 15 días pasaron, y la hora de abandonar ese infierno (Quiero la cabeza y las bolas del salame al que se le ocurrió llamarla "La felí"), llegó... Cuando bajamos hasta el hall, con todos los petates, dos patrulleros en la puerta, mucho movimiento... Habían robado uno de los departamentos...
Por suerte, ese fue el último event... perdón... ¿Cómo... Todavía no terminó el calvario...????
Pagamos el arreglo del 128 juntando saldos de tarjetas, billetes del estanciero, un diente de oro, un pulmón, y dos pelusas que me quedaban en los bolsillos de la campera, y emprendimos el retorno a la "joum suit joum". Paramos a Cargar nafta en Dolores, y cuando vamos a pagar, nos rechazan la tarjeta por fondos insuficientes... A esta altura, mi mirada registraba solamente tonos de rojo intenso a granate furioso, como único panorama... Por suerte, bajando el monto y completando con efectivo, pudimos retomar viaje, y finalmente llegamos, luego de pagar los peajes con fichas de casino, botones, havannettes, y favores sexuales...
¿Descansar, y olvidarse de los problemas, era no...???

Nos vemos en la próxima... Después de las vacaciones... (?)